Mi primera vez en una casa rural. Ha sido una experiencia extraordinaria, ya sea por el lugar, la casa o la época del año (el multicolor otoño). Hemos estado nueve personas, seis adultos y tres niñas, aunque la casa es para diez. Es muy amplia, con habitaciones grandes, perfectamente equipada, muy acogedora y con preciosas vistas al valle desde el jardin. Las niñas se lo han pasado en grande en la sala de juegos que tiene la casa (y los adultos, también, ¡tiene futbolín!), No se puede pedir más. Y que decir del lugar, un pequeño valle (Ollo) entre montañas, con media docena de pueblecitos. Tiene su río, bosques, montañas, senderos para pasear, en fin,,, todo muy bonito.
La dueña encantadora y muy amable, Gracias, Chelo.