Nuestra primera impresión al llegar al apartamento fue buena. Pero luego, nos encontramos con la cocina sin limpiar (campana con bastante grasa, parte de la vajilla sucia, cucharillas con óxido, tostadora inutilizable, armarios cajones sucios, etc.); la ropa de cama, almohadas, colchón del dormitorio presentaban múltiples manchas amarillas, etc. Tras contactar con la propietaria y comentarle las deficiencias, inicialmente accedió a solventarlas, citándonos a las 16 horas del día siguiente a nuestra llegada. Cual fue nuestra sorpresa que además de presentarse tarde, con gran frialdad, nos informó que prefería no solventarlas y devolvernos íntegramente el dinero, invitándonos a abandonar el apartamento en ese mismo momento.
Agradecemos a esta persona el que nos haya arruinado las vacaciones que con tanta ilusión estábamos esperando desde hace un año y que no vamos a poder disfrutar hasta dentro de otro. Recalcar el daño que nos ha provocado a nosotros y en especial a nuestra hija.