El Valle del Silencio – Ruta Valle del Silencio en Castilla y León

El Valle del Silencio – Ruta Valle del Silencio en Castilla y León

El Valle del Silencio, próxima cita de tus vacaciones, un lugar para desconectar del estrés diario. Se dice que recibió su nombre porque San Genadio, meditando en su cueva, oía el murmullo del río que no le dejaba concentrarse, hasta que dijo “Cállate”, y el río se calló. Este santo meditaba largas horas en la cueva natural de San Genadio, uno de los lugares con mejores vistas al valle.

El Valle del Silencio - Ruta Valle del Silencio en Castilla y León 1

En la comunidad de Castilla y León encontramos uno de los valles más bonitos de nuestra geografía, catalogado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Etnológico. Este pueblo de 21 habitantes y a tan solo 20 kilómetros de Ponferrada reúne un conjunto arquitectónico típico del lugar, de casas de piedra y madera cubiertas de techos de pizarra, en torno a la iglesia mozárabe declarada Monumento Nacional en 1931.

Entrar en este valle del Silencio es entrar en un espacio de silencio, donde el tiempo parece haberse detenido y nos encontramos ante un paisaje virgen. Antes se atraviesa el valle del Olza, que sirve de antesala a la maravilla que nos espera. Siempre avanzamos por carreteras llenas de encanto, entre bosques y con el sonido del río de fondo.

Llegados al pueblo de Peñalba de Santiago, paseamos por sus calles de piedra tranquilas, sin tráfico, con casas de montaña restauradas para el turismo. Peñalba dispone de alojamientos rurales auténticos, en los que te encontrarás como en casa por el trato agradable de sus gentes.

El Valle del Silencio - Ruta Valle del Silencio en Castilla y León 2

Si te gusta el senderismo, recorre el sendero circular de la Tebaida Berciana. Catorce kilómetros que puedes recorrer en 6 horas, desde el que conoceremos todos los rincones del valle. Bien merece la pena una parada en la cueva de San Genadio, con unas vistas únicas al valle. Dentro se conserva la imagen de un santo y un libro de visitas.

Disfruta en sus tascas del caldo de montaña, una buena tabla de embutidos, lacón con pimientos o el botillo casero, regado todo con un buen vino del Señorío de Peñalba y acompañado de los postres caseros.