Qué hacer por el Valle del Cabriel en Teruel, Valencia y Albacete
Desde las afiladas rocas de Albarracín, en la provincia de Teruel, se despeñan las aguas del río Cabriel hacia el sureste de España para unir sus fuerzas con el río Júcar antes de obtener su merecido descanso en el Mediterráneo.
En su recorrido de más de 200 kms, sus limpias aguas –consideradas como las menos contaminadas de todos los ríos europeos – dan vida a una diversa y densa fauna y flora que componen un ecosistema envidiable, atrayendo a los amantes de la naturaleza y la vida al aire libre desde todos los puntos de España.
El río, durante un tramo de su curso, ejerce de frontera natural entre las comunidades de Valencia y Castilla La Mancha. En este punto, el extenso valle del Cabriel conjuga pueblos históricos de rica gastronomía y calles empedradas, con un paisaje natural donde poder realizar casi todo tipo de actividades de mayor y menor nivel de adrenalina.
He recorrido parte de estos parajes, tanto en primavera como en verano, y no me canso de volver. Estos son los atractivos que me tienen enganchado al valle y las Hoces del Cabriel.
Senderismo
Dicen que los bosques de ribera mejor conservados de ambas comunidades autónomas se hallan en este tramo del Cabriel. Una red de senderos ofrece al excursionista un grato paseo rodeado de chopos, sauces y variedades de tamarix. En las zonas donde la orilla está compuesta por paredes de roca caliza, también abunda el típico pino blanco mediterráneo.
Hay caminos aptos para todas las edades y no se exige una gran preparación física ya que el terreno es más bien llano, solo interrumpido por alguna colina verde de suaves curvas.
Si realizas la caminata en el caluroso verano, aprovecha para darte unos buenos chapuzones en las limpias y frías aguas del río Cabriel.
Rafting, kayaking y otros deportes de riesgo
El rafting se ha convertido en una de las actividades más demandadas en la zona del valle y las Hoces del Cabriel. Una barca neumática, con seis personas ávidas de sentir la adrenalina fluir por su cuerpo, desciende las bravas aguas del río durante los meses de primavera y verano. La intensidad del descenso, sin embargo, depende del ser humano pues la mayoría de empresas que ofrecen la actividad llevan a sus clientes al tramo del río que se encuentra próximo a la presa de Contreras. Entre abril y agosto se realizan sueltas de agua que harán que el caudal del Cabriel sea apto para la práctica del rafting.
Hay empresas, como Turiaventura (ubicada en Alcalá del Júcar), que ofrecen la actividad durante todo el año en aguas más tranquilas, convirtiéndose en un paseo en barca que te permite absorber mejor el bello paisaje que te rodea.
Para los que prefieran controlar la embarcación de forma individual, pueden atreverse con las piraguas. En este caso sí que es recomendable aprender un poco de técnica y practicar antes de meterse en los rápidos, pues la estabilidad de un kayak o piragua nada tiene que ver con la de la gran barca neumática usada para el rafting.
Ninguna de las dos opciones exige una buena preparación física y son aptos para casi todas las edades, ya que no hay rápidos de más del nivel 3 (en una escala de 5). El barranquismo acuático y seco, la escalada y el rapel son otros deportes de aventura que se pueden realizar.
Paseos a caballo o en bicicleta
Alguno de los senderos que actúan como arterias entre los verdes bosques del valle y las Hoces del Cabriel son aptos para recorrerlos a lomos de un caballo o ejercitándonos sobre la bicicleta de montaña. ¡Llévate un GPS y disfruta!
Si no tienes bici propia hay varios lugares donde puedes alquilarla por unos 3-5 euros por hora ó 10 el día.
Pesca deportiva
El mundo de la pesca de río, gracias a una mejor legislación y una mayor concienciación por parte de los pescadores, ha recobrado fuerzas durante las últimas décadas en España.
Las limpias aguas del Cabriel mantienen ese nivel de pureza gracias a la no existencia de fábricas ni grandes núcleos urbanos a lo largo de su curso. Por tanto, representan un paraíso para especies como la trucha común, el barbo o la trucha arcoíris. También puedes encontrarte alguna nutria cuando estés sumergido casi hasta la cintura en las frías aguas del río.
El tramo en el que se pesca es desde la presa de El Retorno hasta dos kilómetros río abajo. Los expertos comentan que el mejor día de la semana para ir a practicar su deporte favorito es el viernes.
Balnearios y aguas termales
Está claro que no todo iba a ser caminar, nadar o tirarse por el río, montar en bicicleta o ir a pescar. La zona del valle del Cabriel también cuenta con una oferta de servicios dirigidos a aquellos que buscan un buen descanso y paz en la naturaleza.
El termalismo en el Cabriel se remonta al siglo XVIII y los manantiales cercanos a los pinares de la zona de Villatoya, en la provincia de Albacete, parecen tener propiedades terapéuticas. Algunos de los alojamientos de la zona lo han aprovechado para ofrecer a sus clientes piscinas de aguas termales y algunos tratamientos de salud.
Gastronomía y pueblos
Aunque la naturaleza es el principal activo del valle del Cabriel, también hay muchos que eligen utilizar algún día para visitar algunos pueblos de la zona y disfrutar de unas sabrosas viandas.
Algunos pueblos rurales de tan sólo unos cientos de habitantes, como Villargordo del Cabriel (Requena) o Villatoya (Albacete), ofrecen buenas carnes, truchas de río y unas potentes migas manchegas.
Alcalá del Júcar, con su bonito casco antiguo, bien vale una visita para admirar su castillo del siglo XV y su famosa plaza de toros irregular. Os recomiendo comer o cenar en el restaurante El Mirador, donde – especialmente en la noche – se tienen unas magníficas vistas del pueblo.
En definitiva, un rincón de España que vale la pena conocer si eres amante de la vida activa al aire libre, la naturaleza, el relax y la buena comida popular de los pueblos españoles.
David Escribano es un redactor de viajes freelance que trabajó durante años en fondos de inversión antes de descubrir su verdadera vocación. Ha realizado viajes de larga duración por los cinco continentes, contándolo en Viajablog desde el 2007. Colaborador habitual en Skyscanner y Rumbo y ocasional en Ocholeguas, se declara como un enamorado de África y los viajes improvisados.