Siguiendo las huellas de los dinosaurios por la provincia de Teruel

Siguiendo las huellas de los dinosaurios por la provincia de Teruel

No sé si hay una explicación científica o si es algo cíclico, pero cada pocos años los dinosaurios vuelven a estar de moda. El primer gran boom mundial llegó con la publicación de la novela Parque Jurásico de Michael Crichton, aunque para ser más exactos, con la adaptación cinematográfica que hizo Steven Spielberg en 1993 que fue todo un bombazo. Ahora nos encontramos en otro momento álgido gracias al estreno en 2015 de títulos como Jurassic World o El viaje de Arlo.

No hace falta irse hasta Hollywood para tener evidencias de estos seres que poblaron la Tierra entre el Triásico y el Cretácico. En lugares tan nuestros y cercanos como la provincia de Teruel se pueden encontrar numerosos restos paleontológicos mientras se disfruta de algunos de los pueblos más bellos de España.

El epicentro más popular de la paleontología en esta provincia de Aragón se encuentra en Dinópolis Teruel que este año celebra su 15º aniversario. Sin embargo, desde hace unos años este peculiar parque temático ha abierto hasta siete museos en otras localidades turolenses para contagiar su pasión por los dinosaurios. Vamos a descubrir algunos de ellos siguiendo las huellas de los dinosaurios por la provincia de Teruel.


Albarracín, sus murallas y un increíble entorno

Una visita a Albarracín justificaría por sí misma un viaje a la provincia de Teruel. Es imposible no quedarse impresionado con este precioso pueblo donde la piedra juega un papel fundamental. Lo más espectacular es su precioso casco histórico que va serpenteando alrededor del río Guadalaviar y de los imponentes peñones sobre los que va ascendiendo.

Este maravilloso municipio turolense fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1961 y actualmente está propuesto por la UNESCO para ser declarado Patrimonio de la Humanidad. Desde el río puedes ir subiendo las cuestecitas empedradas que te llevan a la parte más bella del pueblo y que está rodeada por unas murallas del siglo XIV. Pese a que los primeros trechos son algo empinados luego se puede recorrer tranquilamente a pie mientras vas descubriendo monumentos fantásticos como la Catedral del Salvador, el Palacio Episcopal o la rectangular Torre del Andador. También es preciosa la plaza del Ayuntamiento y sus balconadas de madera y miradores.

Esta increíble localidad estaba cubierta hace más de 150 millones de año por un mar jurásico. Podrás aprender de todo ello en Mar Nummus, la sede de Territorio Dinópolis en Albarracín donde, entre otras cosas, podrás ver una especie de ammonites única en el mundo que se halló cerca del municipio. De ahí que se la conozca por Albarracinites albarracinensis.


Rubielos de Mora, sus portales y palacetes

Rodeado por la Sierra de Gúdar y muy cerquita de la estación de esquí de Aramón Valdelinares se encuentra Rubielos de Mora. Al igual que sucede con Albarracín, forma parte de la asociación que agrupa a los pueblos más bonitos de España y la verdad es que su pequeño casco histórico es realmente encantador.

Su conjunto histórico artístico ha recibido premios a nivel europeo, aunque al viajero lo que le cautivarán son sus portales medievales, la cantidad de pequeños palacios y las casas solariegas. Antiguamente había dos conventos en la localidad, pero el monumento más espectacular del pueblo es la Excolegiata Santa María la Mayor que guarda en su interior un gran retablo gótico del s. XV. El templo no se encuentra en muy buen estado de conservación, pero puedes subir a la torre para ver el entorno desde lo alto.

A pocos kilómetros de Rubielos de Mora podrás visitar la Región Ambarina de Territorio Dinópolis. Este pequeño museo está ideado sobre los restos de un lago fosilizado de conservación excepcional de los pocos que existen en el mundo. Aquí se exhiben animales que quedaron atrapados en el fondo del lago y se fosilizaron y los que fueron cubiertos por la resina de los grandes árboles.


Galve y el Aragosaurus

Más al norte se encuentra el pequeño municipio de Galve. Probablemente sea el menos interesante de los tres a nivel patrimonial y monumental, pero el más célebre por sus hallazgos paleontológicos. De hecho, en su entorno se encontró el Aragosaurus, un saurópodo único en el mundo que fue el primer dinosaurio definido en España.

El pueblo tiene un entorno muy agradable en el que se pueden encontrar algunas reproducciones de dinosaurios que arrancarán las sonrisas de los más pequeños de la casa. También alberga Legendark, otra de las seis sedes de Territorio Dinópolis muy enfocada a conocer un poco mejor cómo era el célebre Aragosaurus. De hecho, en este museo se pueden observar restos originales de este animal y la réplica corpórea a tamaño natural de una familia entera, formada por dos ejemplares adultos y dos crías.


Pau García Solbes es autor de elpachinko.com y responsable de comunicación de BuscoUnViaje.com. Licenciado en Periodismo, papá de dos niños y miembro de la agrupación de blogueros Travel Inspirers y de la Professional Travel Bloggers Association.