Siete planes inolvidables que hacer en las Rías Baixas con niños

Siete planes inolvidables que hacer en las Rías Baixas con niños

Las Rías Baixas, tierras de meigas y conxuros, de belleza natural sin límites, son un destino ideal para disfrutar de unas vacaciones en familia. Un baño en las islas Cíes, un misterioso paseo entre los hórreos de Combarro y ser mariscador por un día en O Grove son algunos de los planes para disfrutar con niños de la Galicia más impresionante.

No te olvides de la bella Galicia al elegir destino para próximas vacaciones en familia. En las Rías Baixas lo pasaréis estupendamente entre las pequeñas calas de ría, pueblos marineros encantadores y enclaves históricos.

Degustaréis la mejor gastronomía a precios imbatibles (la caldereta de pulpo y la tortilla de patatas gallegas son para chuparse los dedos)  y os enamorará la cercanía de la gente local. El microclima de la zona permite que el tiempo sea más benigno que en el resto de la región.

Os ofrecemos hasta siete planes ideales para ir con niños, aunque todos los públicos los disfrutarán igualmente:

1. Entre hórreos y meigas en Combarro

Barquita en la playa de Combarro frente a los hórreos

Recurrente en los listados de los pueblos más pintorescos de España, Combarro es sin duda la perla de las Rías Baixas. Las laberínticas calles de esta villa pesquera, salpicadas de hórreos y cruceiros, harán las delicias de pequeños y mayores. La vista del pueblo al atardecer desde la pequeña playa es una experiencia total para nuestros sentidos.

Los niños se llevarán un recuerdo imborrable pero no por su belleza, sino por su halo de misterio. Las brujas gallegas pululan por aquellas latitudes en busca de una criatura que se apiade de ellas. Una palmada bastará para que las meigas escondidas en las tiendas de suvenires nos sacudan con sus malvadas risotadas.

2. Baño y senderismo en las paradisíacas islas Cíes

Vistas de las islas Cíes. Ruta de senderismo

Para bañarse en aguas cristalinas no es necesario desplazarse al Caribe. A 45 minutos en barco de Vigo se encuentran las espectaculares islas Cíes, donde podremos darnos un chapuzón en una de sus playas de arena ultrafina si tenemos el valor de aguantar la gélida temperatura. Pero… ¡cuidado con las gaviotas! Como te descuides, te arrebatarán la comida de la mochila.

No te conformes con tumbarte en la maravillosa playa de Rodas a pie de puerto. Hay una ruta fantástica de 7 kms ida y vuelta hasta el faro, en lo más alto de la isla, que asegura unas vistas impresionantes. El recorrido sortea playas, dunas, bosques y acantilados, y puede ser perfectamente completado por niños un poco más mayores.

Importante: para preservar este parque nacional existe una limitación de permisos diarios. Tendrás que obtener con antelación la autorización a través de esta web de la Xunta de Galicia.

3. Calzarte las botas de mariscador en O Grove – La Toja

Aldea de los Grobits, en La Toja, O Grove

El pueblo marinero por excelencia de la comarca es O Grove. ¿Qué mejor lugar para conocer de primera mano las artes del marisqueo? Podremos vivir una experiencia de 360 grados: desde tomar un barco en el puerto para visitar las mejilloneras de la ría de Arousa, con degustación de producto incluida, hasta contratar una excursión con las mariscadoras locales para hacer nuestros pinitos entre el fango.

Dedicarle un día a O Grove es obligatorio en cualquier viaje a las Rías Baixas que se precie. No hay que olvidar atravesar el puente que lo comunica con la isla de La Toja. La capilla de las Conchas, llamada así por el recubrimiento compuesto por conchas de vieiras, encantará a la familia.  Pero donde verdaderamente disfrutarán los niños será en la Aldea de los Grobits, un pequeño parque infantil inspirado en el Señor de los Anillos con casas semienterradas.

4. Marín: petroglifos, calas y la Granja de Briz

Playa de Mogor en Marín, Pontevedra

Marín es una localidad ampliamente conocida por su escuela naval pero que encierra unos pequeños grandes tesoros. Sus pequeñas playas resguardadas del océano, de aguas verdosas y desbordantes de naturaleza, son óptimas para pasar un día de verano. Próximos a la playa de Mogor se encuentran los petroglifos homónimos, un conjunto de grabados rupestres que tienen su origen entre los años 3.000 – 2.000 a.C.

Dentro del casco urbano de Marín los niños encontrarán una motivación aún mayor: el Parque de los Sentidos, también conocido como Granja de Briz. Es una finca de más de 20.000 metros cuadrados que tiene mucho más que columpios, toboganes y rockódromos. En perfecta armonía con la naturaleza, nuestros cinco sentidos se tendrán que emplear a fondo entre figuras talladas de madera, instrumentos musicales y otros artilugios.

5. A Lanzada, la playa del surf

Una de las playas más emblemáticas de Galicia es A Lanzada. Al contrario que las tranquilas calas que salpican las rías, se encuentra en mar abierto y abraza un oleaje incómodo para el baño pero fantástico para la práctica del surf. Hay varias escuelas donde los más pequeños pueden dar sus primeras lecciones, con el único requisito de saber nadar.

La larga playa de 2 kms y medio finaliza en la preciosa ermita románica de A Lanzada (siglo XIII). A través de la fortaleza se puede descender a una isleta de rocas en la cual se puede presenciar un atardecer espectacular. A unos pocos minutos en coche podemos llegar al mirador de Monte Siradella y contemplar una bella panorámica, a la par que visitar el centro de interpretación, un enclave para multitud de aves.

6. Baiona y su castillo encajado en el mar

Puerto de Baiona frente al castillo, Parador de Turismo

Al sur de las Rías Baixas se encuentra otro pueblo pintoresco, conocido por su bahía y la fortaleza medieval que la domina, ahora reconvertida en Parador Nacional de Turismo. Baiona presenta multitud de atractivos ligados al mar como su puerto, la réplica de la carabela La Pinta que empleó Cristóbal Colón en su descubrimiento de América y el museo de la Navegación.

Los más pequeños disfrutarán de estas actividades y a buen seguro no rechazarán la ruta al monumento de la Virgen de la Roca, construido en 1930 y que tiene 15 metros de altura. La virgen sostiene en su mano derecha una barca-mirador al que se accede por una escalera interior de caracol.

7. Molinos y saltos de agua en el río Barosa

Hacia el interior de las Rías Baixas y en el concello de Barro, se han restaurado 17 molinos en el curso del Río Barosa que merecen la visita. La cascada de 60 metros, el estruendoso sonido del agua y las ocas a su libre albedrío nos amenizarán una jornada ideal para desconectar en mitad de la naturaleza.

Los niños se lo pasarán pirata correteando de puente a puente, jugando con el agua, oteando a los animales e inspeccionando los muiños. En verano el caudal es menor, la cascada desaparece y el verde se matiza. Pero, a cambio podemos tomar un baño en las pozas naturales.

¿Dónde dormir en las Rías Baixas?

Vrbo te ofrece un buen abanico de propiedades ideales para gente como tú. Si pinchas en este enlace encontrarás lo que buscas: casas con jardín, con piscina, con vistas al mar, en la turística Sanxenxo, en tranquilos pueblos de interior… Lo que quieras.

Esperamos que os hayan gustado estos siete planes que hacer con niños en las Rías Bajas. Si te ha parecido interesante este post, ¡compártelo en tus redes sociales!.

Escrito por Francisco José Jiménez Rico, Customer Experience Representative en Vrbo & Travel Blogger.