5 platos de la gastronomía en Cuenca que no te puedes perder
La gastronomía española es como una gran despensa con multitud de recursos en la cocina que simbolizan las tradiciones y costumbres de los territorios a través de platos y recetas que son verdaderas joyas. Gran parte de culpa de la buena fama que tiene la cultura culinaria de España se debe a las delicias que podemos encontrar en la gastronomía en Cuenca.
El clima y la fauna que define a la Serranía de Cuenca han sido factores esenciales en la confección de una gastronomía tradicional que tiene como protagonista el pastoreo de ganado que recorre amplias zonas de toda la provincia perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Preparaciones con sabor y llenas de energía que ayudaban a tolerar el frío predominante en los meses de invierno en la Serranía de Cuenca.
Comer en Cuenca bueno y barato

Puede parecer una utopía, pero comer alimentos de calidad a buen precio es posible en Cuenca. Las carnes que principalmente se consumen son las de cordero y cerdo, que se cocinan asadas o en caldereta con otros productos de la zona.
Las carnes de caza son manjar representativo de la gastronomía en Cuenca. Abundan las especies como la perdiz, que se come escabechada o con un tradicional guiso de judías, la liebre o el conejo, también muy presentes en la mayoría de platos que puedes encontrar en bares y restaurantes mientras descansas en tu casa rural en Cuenca. De caza mayor se cocina el venado y el jabalí, sobre todo en las zonas del interior de la sierra.
Si te gusta aprovechar las vacaciones para degustar los platos típicos que no encuentras en tu localidad estás en el lugar indicado. Comer en Cuenca de menú es una alternativa muy interesante por dos aspectos fundamentales. Por un lado dispones de una oferta amplia de platos y productos tradicionales y caseros donde podrás elegir el que más se adapte a tus gustos. Además suelen tener un precio cerrado para que te ajustes a tu economía y evites sustos innecesarios al terminar tu placentero ágape.
El queso manchego es el producto más universal de Castilla La Mancha, y por lo tanto en Cuenca no podía ser menos. Los variados pastos de la provincia proporcionan un completo alimento para las ovejas, que aportan un excelente queso en todas sus modalidades.
Para conocer en toda su amplitud los mejores productos de la zona puedes alojarte en una casa rural en Huete, municipio de la comarca de la Alcarria famosa por su aceite de gran calidad y su miel con flores de romero, tomillo y espliego.
Qué comer en Cuenca

Dentro de la gastronomía tradicional conquense existen algunas elaboraciones representativas que debes degustar:
- Zarajo: se trata de un aperitivo muy popular que se prepara formando una madeja con las tripas más tiernas del cordero, en torno a dos ramillas de sarmiento. El truco está en limpiar perfectamente la carne. Se cocina en una parrilla a fuego lento sin más añadidos que su propio jugo.
- Morteruelo: tiene el aspecto de un paté pero es mucho más espeso, por lo que no está indicado para untar sino para consumir con tenedor y acompañado de pan. Es quizá la elaboración que más recetas tiene, ya que cada uno emplea unas proporciones diferentes. No obstante, su base de perdiz, codorniz, gallina, liebre, conejo y cerdo es intocable. Como puedes imaginarte, el resultado es una pasta viscosa con aroma a especies locales como romero o tomillo.
- Ajoarriero: también se conoce como atascaburras, probablemente por tratarse de otra preparación tradicional realmente espesa. Se elabora con patata, bacalao, pan rallado y huevo cocido, que se baten para formar una deliciosa mezcla que tiene un tacto parecido al paté, y que por tanto se puede untar en pan. Importante consumirse a temperatura ambiente.
- Alajú: su receta y origen árabe llega hasta nuestros días como máximo exponente de la repostería conquense. Se trata de una pasta de miel y almendras que se elabora con pan rallado y se cubre con dos obleas para que adquiera forma de torta.
- Resolí: toda comida en Cuenca debe acabar con este licor de origen musulmán que originalmente sólo se consumía en Semana Santa pero que ahora se encuentra durante todo el año. A base de crema de café, coñac y anís su sabor es algo fuerte aunque también resulta dulzón. Aseguran que tiene virtudes digestivas, de ahí que sea la mejor opción para poner fin a una verdadera comida o cena representativa de la gastronomía de Cuenca.
En definitiva, comer en Cuenca y sus alrededores es una experiencia sensacional y única para el paladar gracias a una gastronomía tradicional que aprovecha todo el potencial de su territorio para ponerlo a disposición de la cocina. Los platos más conocidos son potentes guisos que debes degustar con tranquilidad para extraer todo su sabor.