Construída en 1920, y a tan sólo 20 minutos en coche de la capital, esta villa de estilo colonial, cuenta con todas las comodidades para hacer de sus vacaciones unos días muy especiales. Oasis de paz, lejos del turismo de masas, pero a tan solo 2 km del mar y de la playa. La finca consta de 50.000 m2 de superficie donde podemos encontrar plataneras, aguacateros, naranjos, calabazas y otras variedades de árboles frutales. Sus cuidados jardines, su espléndida piscina y sus maravillosas vistas al mar, harán que se sienta en un verdadero paraíso. La casa cuenta con 2 plantas distribuidas con cinco dormitorios, tres de ellos con cama de matrimonio y dos dobles con camas individuales, tres baños y un aseo. También se puede disfrutar de una zona de barbacoa y terraza solarium.
Un lugar para conocer el auténtico carácter Canario. Un lujo más, difícil de resistirse.