Los apartamentos Seixal Bay están situados frente a la bahía de Seixal, en la zona histórica de Arrentela y se benefician de acceso a pie a restaurantes, terrazas, transporte público y otros servicios. Su ubicación junto al río permite caminar o montar en bicicleta, además de otras actividades disponibles en la zona, como Stand Up Paddle o paseos en Kayak por el río.
Este apartamento tiene un dormitorio con una cama doble y puede alojar hasta 4 personas ya que tiene un sofá cama en la sala de estar. Está totalmente equipado para una estancia muy confortable. Hay bicicletas gratuitas disponibles para que los huéspedes puedan explorar los alrededores sobre dos ruedas.
El edificio tiene más de 200 años y los lugareños lo llaman el “Palacete”. Esta fue una vez el hogar de varias generaciones de la misma familia. Sus dueños dicen que lo descubrieron “accidentalmente” en 2014 en un paseo por la tarde en la brisa fresca de la bahía. Aunque estaba un poco deteriorado, inmediatamente llamó la atención por su grandiosidad y ubicación privilegiada. Levantándose en el centro de una pequeña plaza, acaba acaparando la atención de quienes recorren el casco histórico de Arrentela, en Seixal.
La pareja propietaria cuenta que así nació el sueño de su futura casa. Adquirieron el edificio y comenzaron el largo y difícil proceso de restauración. Durante el transcurso de la obra se descubrieron en sus paredes y molduras antiguos frescos de esa época, lamentablemente demasiado degradados para ser recuperados, así como su imponente puerta principal de un encanto único, que permanece y nos transporta a tiempos vividos al ritmo de las mareas, ahora llenas, ahora bajas.
Hay una mística en torno al edificio y se sabe que la plaza donde está construido fue protegida y salvada por Nossa Senhora da Soledade del tsunami provocado por el terremoto de 1755.
Se dice, también en tiempos pasados, que este edificio alguna vez tuvo varias áreas comerciales. Fue farmacia, pescadería, taller de pintura, oficina y hasta salón de belleza. Ahora, es la vivienda de los actuales propietarios que también quisieron compartir con otras personas las buenas sensaciones y encantos que se sienten al entrar en el “Palacete” y por eso lo transformaron en Alojamiento Local.