Villa totalmente climatizada en un lugar tranquilo, a 5 minutos a pie del mar y a 2 minutos del pintoresco puerto pesquero de Centuri, ¡cuya langosta es famosa en toda Francia! Podrá disfrutar de los pequeños comercios del pueblo: tiendas de comestibles, pescadería, bar salón, animados bares y terrazas, snack bar, restaurantes de especialidades de pescado, pizzería, etc.
La ubicación de la casa es ideal, lo suficientemente apartada como para ser tranquila (hay otras villas alrededor y la terraza da al maquis), lo suficientemente cerca del pueblo y del mar como para no tener que coger el coche, ¡incluso para ir a nadar!
También podrá comprar productos locales (frutas y verduras, carnicería, panadería) directamente a los vendedores ambulantes que pasan por el pueblo cada 2 días.
La amplia terraza y el espacio exterior están totalmente equipados para tomar el sol, descansar, almorzar bajo los canisses o hacer una barbacoa de pescado local, o tal vez prefiera tomar un aperitivo y cenar junto al puerto, mientras admira una de las particularidades del pueblo: ¡las impresionantes puestas de sol!
El interior es cálido, acogedor y está climatizado para que usted y su familia se sientan como en casa. Todas las habitaciones y el comedor están equipados con aire acondicionado para su comodidad.
Práctico: llévese sólo lo mínimo, todo está en el lugar (nevera, bolsas de hielo, sombrilla, etc.).
El precio incluye
Alquiler para 4 personas
Se aplicará un suplemento de 30 euros por persona y día para más de 4 y hasta 6 personas en total.
El precio también incluye
ropa de cama
toallas,
limpieza (mínimo a cargo del inquilino: papeleras, baño, cocina)
Se admiten animales: perro pequeño o gato, con un suplemento de 10 euros al día, sujeto a la sociabilidad y limpieza del animal.
Centuri es un famoso puerto pesquero, muy pintoresco, un lugar de visita obligada en el Cabo Córcega.
El Cabo es actualmente uno de los lugares más populares de Córcega, gracias a la autenticidad de su entorno. El tiempo se ha detenido aquí, y se sentirá como en casa, ¡sin querer marcharse nunca! sin estrés, sin atascos, playas de guijarros, calas a lo largo del cabo de Córcega en zonas cada vez más protegidas. Unas vacaciones de verdad, para tomarse su tiempo y saborear el momento.