No estoy muy acostumbrado a dejar mi opinión, pero creo que en esta ocasión lo merece.
Llevo tres años consecutivos repitiendo en estos alojamientos, pues tanto a mis hijos como a mi mujer les encanta. Por un lado, está la decoración rústica con elementos de madera, terrazo, barro, etc que a nosotros en particular nos encanta. Por otro, el propio apartamento en si, donde disponemos de todas las comodidades, para tener por una lado la independencia de poder realizar tus comidas y desayunos, como sus dos baños, y los dormitorios en diferentes alturas, donde mi hijo pequeño disfruta en la más alta, aboardillada con una ventana de techo con vistas al Valle del Lozoya. Aunque para nosotros no es tan importante, se dispone de TVs de 50”, que en puntos muertos del día, disfrutamos de las películas en familia.
También disponemos de una terracita, donde mi mujer la aprovecha para hacer sus lecturas, con vistas al patio y el mismo valle del Lozoya, al atardecer.
Además, tenemos la posibilidad de disfrutar de un yacusi y sauna, de hacer barbacoas en el patio con jardín, así como usar la casita de juegos de niños y el propio futbolín.
Me gustaría reseñar, por otros comentarios leídos, que nosotros no hemos padecido ningún problema de olores o logística destacable. Como en cualquier vivienda donde se comparte un acceso común de escaleras ( pero de madera y terrazo, con un decorado envidiable), si alguien está cocinando algo y abre su puerta, evidentemente dicho olor de comida la hemos podido apreciar, pero nunca para aborrecer o llegar a ser desagradable, y durando más que ese momento, pues el resto del tiempo, el olor que prevalece es de limpieza y a madera, como en cualquier casa de pueblo que se tercie.
Para finalizar, su localización nos parece ideal, para visitar cualquier zona del alrededor y hacer rutas maravillosas en los parajes de Madrid y Segovia.Por lo tanto, para mí y mi familia le damos un 10 a estos alojamientos, por su confort, tranquilidad y belleza.